googlecabb8937b4149878.html Cómo gestionar tu miedo. Parte II | Rebeca Torrijos: Psicología y Biodanza en Murcia.

martes, 28 de octubre de 2014

Cómo gestionar tu miedo. Parte II


¡Hola de nuevo!
Si quieres seguir aprendiendo cómo gestionar tu miedo de forma saludable, ¡No te vayas! ¡Sigue leyendo!
¿Leíste el anterior post?
Si no lo has hecho, te aconsejo que lo hagas (Cómo gestionar tu miedo. Parte I) y después vuelvas aquí, ya que ésta es la segunda parte.
Y ahora, ¡vamos a continuar!
¡Conozcamos un poco más a nuestro supuesto enemigo!


Una posible clasificación de los miedos es la siguiente:

MIEDOS UNIVERSALES: son comunes a todos los seres vivos. Son los peligros que amenazan nuestra integridad física, como es el caso de un terremoto o cualquier desastre natural que no podemos controlar.

MIEDOS SOCIALES: se dan en algunas sociedades y en otras no. (Miedo al rechazo, miedo al fracaso, miedo al éxito, miedos relacionados con la economía).

MIEDOS SUBJETIVOS: los sienten algunas personas y otras no. Pueden tener causa externa ó interna (son consecuencia de nuestros pensamientos).

Pero lo más importante. Hay miedos disfuncionales (que bloquean la experiencia de aprendizaje y crean mucha angustia) y miedos funcionales (que nos permiten actuar. Nos indican que estamos evaluando una situación como amenazante y que consideramos que no tenemos las herramientas necesarias para hacerle frente).
Sanar el miedo es convertir el miedo disfuncional en miedo funcional. 
 
Ahora, vuelve a esa situación que te genera miedo. ¿Consideras que no tienes las herramientas necesarias para hacerle frente? Si es así, ¡Tienes todo el derecho a sentirlo!!
Te propongo una nueva tarea:
  1. Pon atención en qué te dices a ti mismo por sentir miedo. Te darás cuenta de que suelen ser frases que ayudan poco, por ejemplo: "eres un/una cobarde", "no deberías tener miedo". "eres débil", "no sirves para nada", etc, etc. Quizás coincide con lo que te decían de pequeño en el cole, o en tu familia.
  2. Imagina a un niño que tiene miedo. ¿Qué le dirías? ¿Qué harías? Seguramente te nacería el deseo de abrazarlo y protegerlo, verdad? Entonces, ¿Por qué no lo haces contigo mism@?
  3. Concédete un espacio de protección y afecto. Consuélate como si fueras ese niño. El simple hecho de permitirte sentir miedo y ser vulnerable es sanador de por sí.
De momento te recomiendo que practiques este nuevo paso y que incorpores a tu teoría sobre el miedo la clasificación que te propongo.
De nada sirve luchar contra el miedo. Nos trae una información demasiado valiosa. ¡Aprendamos a convertirlo en nuestro aliado!
Disfruta de este viaje a tu interior.

¡Hasta muy pronto!

Charlas de Inteligencia emocional en Murcia 
Terapia individual 

No hay comentarios:

Publicar un comentario